FaceTite es un procedimiento para tratar la piel flácida en áreas de la cara y cuello. El dispositivo utiliza energía de radiofrecuencia para reafirmar el tejido, tensar la piel y estimular la producción de colágeno.

Es mínimamente invasivo aprobado por la FDA que emplea energía de radiofrecuencia para brindar a los pacientes los mismos resultados que un procedimiento de estiramiento facial sin puntos de sutura, cicatrices y los riesgos y el tiempo de inactividad de una cirugía.

El tratamiento se lleva a cabo mediante un manípulo que tiene dos extremos: una microcánula, que es la parte que penetra en la piel, y un brazo externo. Ambas partes del manípulo tienen en el extremo un electrodo que durante el tratamiento transmite las ondas de radiofrecuencia a través de la piel. El electrodo del brazo externo envía señales térmicas a la piel para trabajar sobre las células grasas.

Simultáneamente el electrodo de la cánula interna emite ondas de radiofrecuencia que calientan el tejido, licuando la grasa, contrayendo el tejido subdérmico y retrayendo los tejidos.

La tecnología TITE consigue mejorar la flacidez cutánea, la elasticidad y las irregularidades de la piel a la vez que reduce el volumen de grasa en la zona aplicada.

El resultado del tratamiento de FaceTite  durará hasta aproximadamente cinco años, similar a un mini FaceLift y, a partir de entonces, la piel envejecerá naturalmente, aunque la genética y el estilo de vida pueden afectar la vida útil de FaceTite  o cualquier otro procedimiento de Estiramiento facial.

Si tiene arrugas, líneas finas, piel floja o exceso de grasa en la parte inferior de la cara y el cuello, entonces es un buen candidato para FaceTite. Los pacientes de FaceTite son generalmente aquellos que están interesados ​​en los tratamientos antienvejecimiento del contorno facial, pero que desean evitar la cirugía y la prolongada recuperación y cicatrización asociadas con ella.

Con una sola sesión de FaceTite se observan los resultados, apreciándose de forma casi inmediata la remodelación del contorno facial, ya que se define y recupera el óvalo de la cara.  

La técnica es mínimamente invasiva y no requiere que se haga en quirófano, se lleva a cabo en el consultorio. Para evitar molestias al paciente, se aplicará minutos antes una crema anestésica y antes de introducir la cánula se inyecta anestesia en la epidermis o se puede ofrecer el servicio de sedación para la tranquilidad del paciente.