La tecnología RFAL (lipólisis asistida por radiofrecuencia) remodela el cuerpo destruyendo y quemando los adipositos (grasa) a la vez que retrae la piel. El tratamiento se lleva a cabo con un manípulo que tiene dos extremos: una cánula, que es la parte que penetra en la piel, y un brazo externo.

Ambas partes del manípulo tienen en el extremo un electrodo que durante el tratamiento transmite las ondas de radiofrecuencia a través de la piel. El electrodo del brazo externo envía señales térmicas a la piel para trabajar sobre las células grasas. Simultáneamente el electrodo de la cánula interna emite ondas de radiofrecuencia que calienta el tejido, licuando la grasa, contrayendo el tejido subdérmico y retrayendo los tejidos.

La tecnología TITE consigue mejorar la flacidez cutánea, la elasticidad y las irregularidades de la piel a la vez que reduce el volumen de grasa en la zona aplicada.

Se puede aplicar en prácticamente cualquier zona, tanto de cuerpo como de cara (FaceTite) .Las zonas más habituales son:

• Brazos
• Abdomen
• Cara interna de los muslos
• Espalda
• Rodillas
• Cartucheras

Para hombres o mujeres que quieran mejorar el aspecto y armonía de su cuerpo sin entrar en cirugías que conlleven cicatrices de mayor dimensión. Suelen ser pacientes que:

• No quieren llevarse a cabo cirugías más invasivas por miedo o problemas médicos.
• La liposucción para tratar los acúmulos grasos no es suficiente, ya que el resultado sería óptimo si no se trata la flacidez de la piel.

• Es un proceso ambulatorio.No requiere hospitalización
• Las cánulas son más finas y precisas que las cánulas tradicionales, lo que permite tratar zonas muy concretas (rodilla, papada, cuello, cara interna del muslo, etc.).
• No deja apenas cicatrices. Se requiere una mínima incisión para la entrada de la cánula.
• No tiene una recuperación dolorosa.
• Los resultados se pueden percibir desde los primeros días son progresivos hasta los 6 meses.
• Es un tratamiento complementario a otras técnicas quirúrgicas como la liposucción, abdominoplastia, liftings, o elevación de pecho.

Con una sola sesión se observan los resultados, apreciándose de forma casi inmediata.

La técnica es mínimamente invasiva y no requiere que se haga en quirófano, se lleva a cabo en el consultorio. Para evitar molestias al paciente, se aplicará minutos antes una crema anestésica y antes de introducir la cánula se inyecta anestesia en la epidermis o se puede ofrecer el servicio de sedación para la tranquilidad del paciente.